Una queja muy frecuente de las mujeres en mi consulta es el problema que para su pareja masculina supone acudir a un terapeuta. Muy habitual es que comenten que llevan años diciéndoles que creen que tienen un problema, que ella no disfruta o que se siente insatisfecha por algún problema que puede padecer él y no consiguen convencerlos de que soliciten ayuda profesional.
Y llevan razón, desde que inicié mi trabajo como Sexólogo no ha sido infrecuente que muchos hombres acudan a consulta después de pensárselo durante meses, años o incluso alguna década. Todas estas personas me han terminado comentando el miedo, la vergüenza o la angustia que les producía el pensar, por un lado que tenían un problema sexual y por otro el tener que comentarlo a otra persona, por muy profesional que sea.
Y es que la virilidad tiene esa faceta-trampa, el macho no puede fallar pues deja de serlo.
El terror primigenio a no servir, a no dar la talla reproductiva se nos ha quedado en el sistema “machista” de considerar, 500.000 años después de dejar de ser animales, que el hombre cuanto más animal más macho, que un hombre con un trastorno o una disfunción o una enfermedad que afecte a sus genitales deja inmediatamente de ser un hombre. ¡Como si al hombre lo definiese sus genitales!
Muchos llegan a abandonar por completo su vida sexual, se encierran en sus trabajos, en Internet y la porno-incultura, en sus aficiones, en sus amigos, en las adicciones, pero no acuden a un médico.
Algunos, cuando vienen, me comentan que llevan meses pidiéndome consulta y que luego no han venido o las han ido aplazando simplemente por miedo o vergüenza a hablar de su problema, y lo curioso es que a los 2 minutos de estar hablando conmigo se han arrepentido de no haber venido antes. A todos se les pasa el “corte” en cuanto empiezan a hablar y se dan cuenta de que lo que están contando no solo les pasa a ellos, sino que hay muchas personas que padecen su mismo problema.
He visto a hombres como “trinquetes” temblar de miedo al “confesar” que padecían alguna disfunción. Se puede enfermar el pulmón, el corazón, etc., pero el pene no.
El día que seamos capaces, como hombres, de aceptar la realidad de las disfunciones sexuales y aprendamos a buscar ayuda cuanto antes, habremos conseguido un enorme paso contra el machismo, que no solo iba y va contra la mujer sino contra el hombre mismo.
No te lo pienses más mira en mi web
Carlos dice
Excelente articulo D.r Villegas.
Yo quisiera consultarle acerca de algo de lo cual no he podido obtener informacion confiable como es a suya, resulta que mi novia utiliza el parche anticonceptivo Evra, pero estuvo bajo tratamiento por una infección urinaria, tomo diferentes antibioticos, la prgunta es si os antibioticos pueden disminuir la eficacia de parche ya que los antibioticos fueron orales y uno inyectable y el parche administra las hormonas de manera transdermica, puede existir riesgo de embarazo porque el parchepudofallar debido a los antibioticos, agradeceria mucho su respuesta.
Gracias por su tiempo e informacion saludosdesde Mexico.
Pedro Villegas Suárez dice
Ese riesgo es común con las pastillas anticonceptivas, no con el parche.
Francisco dice
Un cordial saludo, quisiera saber ¿si yo me masturbo diario por un periodo prolongado puede que el conteo de espermatozoides disminuya con el paso del tiempo? y también me he dado cuenta que cuando me excito produzco mucho liquido preseminal varias gotas cada pocos minutos, podría ser un problema o es normal, ya que cuando quiero ponerme el condón, mi pene esta muy mojado y tengo que lavarlo para poder quitar el liquido por miedo a que tengan espermatozoides, ¿es correcto lo que hago o no?. De antemano gracias por su respuesta.
Pedro Villegas Suárez dice
¿Si tu escupes todos los días, te quedarás sin saliva alguna vez?
No es necesario que tengas tanto cuidado con el preseminal al ponerte el preservativo, no hay riesgos por esas maniobras.