Hoy respondiendo a los correos me ha llamado la atención un comentario sobre «los malos pensamientos», una chica decía -ni me he masturbado nunca ni tengo malos pensamientos-.
Me ha sorprendido, treinta años de trabajo en sexología te hacen ver el mundo a través de una óptica distinta. Siempre pensé que no volvería a oír esa barbaridad resultado de la moralina religiosa. El pensamiento ¿malo? Pensar no es ni bueno ni malo, solo es necesario.
¿Qué pensamiento podríamos considerar malo?. Matar a alguien sería malo pero pensarlo nunca, a menos que tu consciencia te lleve a pensar en hacerlo y eso cobraría otra dimensión.
Cuando un escritor piensa en una escena violenta y la escribe ¿es malo?
Cuando mi jefe me despide y yo fantaseo con darle una paliza ¿es malo?
Lo verdaderamente malo o bueno es la acción no el pensamiento. Aunque a algunos/as les gustaría que los demás no fantaseásemos, no pensásemos, y así se preocupan por mantener al pueblo en el desconocimiento y la ignorancia.
Pero es que en esto de las conductas humanas el pensamiento tiene una dimensión que lo hace necesario.
Veamos un ejemplo que lo clarificará.
Si comes pensando en tus problemas laborales o familiares ¿disfrutas de lo que estás comiendo? -¡A que no! Si quieres disfrutar de una buena comida a solas o con compañía siempre procuramos reírnos y charlar, generalmente si la comida nos está gustando mucho pensamos y hasta hablamos de más comidas, – pues yo lo hago de tal manera, o -en tal sitio comí esto y me gustó más o menos….. De esta forma, hablando sobre lo que comemos y fantaseando sobre ello conseguimos una cosa: disfrutar más de lo que no estamos comiendo en ese instante.
En la sexualidad ocurre lo mismo, si mi pensamiento acompaña a mi actividad y «juego» con ellos, lo normal es que me divierta más y sienta también más.
En cambio cuando no fantaseo porque no lo sé hacer, porque no lo he hecho nunca o porque me dijeron que no debía hacerlo, lo único que consigo es sentir lo mínimo o no sentir nada.
A nivel físico el reflejo placentero que se origina en los sentidos (ojos, piel, oído, etc.) ha de llegar al cerebro para que resulte potenciado (en el caso positivo) o inhibido. Si cuando mi pareja me acaricia yo estoy pensando el trabajo, es fácil que la sensación placentera se convierta en desagradable.
Un ejemplo, tu chico o tu chica te acaricia mientras te dice cosas agradables- resultado: sensación placentera.
Alguien que no conoces de nada te acaricia en el mismo sitio y de la misma forma. ¿sigue resultando agradable?
Las fantasías potencian lo que se siente, nos facilita el generar deseos.
Lo que si hay que aprender es a qué fantasear. Os invito a leer el artículo que escribí sobre el efecto de la pornografía en la sexualidad (clic aquí)
Hoy día las fantasías se han centrado, gracias a la pornografía y a las religiones, en el coito. La penetración se ha vuelto objetivo de todos/as aún cuando ya sabemos que la gran mayoría de las mujeres (un 85%) jamás consiguen un orgasmo con esta práctica pues fisicamente es el clítoris el que provoca esas sensaciones. Pero, y así entenderemos también la importancia de las fantasías, aunque mi pareja me diga que siente poco con esto, como tengo muy fantaseada la actividad, me acaba resultando placentera.
Si no fijaros en la cantidad de productos que estamos deseando comprar, aunque no los necesitemos para nada, solo porque nos venden las fantasías en forma de anuncios.
Cecilia dice
Interesante artículo doctor!
Tengo una inquietud. Que pasa cuando una persona fantasea con frecuencia con alguien -no celebridad sino un individuo de nuestro entorno – que no es su pareja (novi@ o espos@)? Hasta que punto puede ser inofensivo? Cuando esto puede tornarse algo preocupante? Supongo que cuando ya la acción se «concreta» y ahi pasa a hacer a lo que llamamos «infidelidad» o no?
Espero su respuesta
Pedro Villegas Suárez dice
Cecilia confundes fantasía con deseo y ambas no tienen nada que ver. Yo puedo fantasear con cosas que no deseo y al contrario también. Lo preocupante nunca sería la fantasía sino el hecho de que quieras pasar esas ideas a la acción.
Anastasia dice
Buen día, doctor…no es el tema pero quería que me aclarara una duda el día de ayer me vino la regla y a las 2 horas tuve sexo anal sin protección con mi pareja, el eyaculó en mi espalda pero ¿hay alguna posibilidad de que pudiera embarazarme si es que alguna gota por ahí rozó mi vagina? e aquí otra duda ¿es posible quedar embarazada teniendo la regla? en ningún momento tuvimos sexo vaginal pues soy virgen, de antemano muchas gracias por la respuesta.
Pedro Villegas Suárez dice
http://www.sexologiapedrovillegas.com/embarazo-por-roces/
http://www.sexologiapedrovillegas.com/el-ciclo-femenino/