¿Qué es esto de la asincronía sexual en las parejas?
Pues quizá una de las disfunciones de pareja más frecuentes y que cada vez aumenta más en consulta. El término se refiere a la falta de sincronía o en otra palabras la dificultad que tenemos todas las pareja para coincidir en las ganas o deseos de mantener una relación.
Esto que parece algo normal, que a todos no nos tiene que apetecer salir a comer por ahí el mismo día, o no nos tiene que apetecer ver la misma serie, y no pasa nada si no tenemos las mismas ganas en todo lo que nos planteamos en esta vida, en cuanto nos lo llevamos al terreno de la sexualidad lo convertimos en un problema y de los serios.
Muchas parejas llevan muy mal esta situación y así van desde la que simplemente charlan sobre lo poco que lo hacen hasta la pareja que decide separarse porque no les va bien la sexualidad o tienen muchas peleas por esto . Desde luego todo va a depender de lo que entendamos de lo que está ocurriendo, de lo que pensemos de nuestra pareja y de la idea respecto a lo que debe ser normal o no en unas relaciones.
Y es que muchísimas personas a lo largo de mi carrera profesional me han preguntado por aquello de «cuanto es lo normal en una pareja» y siempre he contestado con una pregunta gastronómica ¿Cuánto es lo normal en cuanto a comer jamón 5J? (Para lo que no sois españoles el jamón 5J es la estrella de la gastronomía cara y exquisita en España, cada uno podéis poner la comida que más fama por cara y rica tengáis en vuestros respectivos países). Y esta pregunta la hago porque a nadie le extraña que solo pueda comer ese manjar cuando, por ejemplo, me lo pueda pagar, cuando haya alguna fiesta o en contadas ocasiones. También les pregunto y qué pasaría si comieses jamón todos los días o regularmente, todos los lunes, miércoles o fines de semana. Seguramente que iría perdiendo interés en disfrutar de ello.
¿Cuánto es lo normal en la pareja?
Las relaciones sexuales como casi todos los placeres (que no obligaciones) se debería practicar cuando a ambos les apetezca, no cuando a uno le apetece, esto del sexo suele ser cosa de dos y no es como lo de la comida que me puede apetecer a mí solo, pero no obligo al otro/a a comer conmigo.
Un problema de las apetencias es que ambos sexos tenemos deseos diferentes y cada persona es diferente de las demás, el hombre, algo más primario, solo siente el deseo de eyacular (deseo finalista), con lo que da la impresión de que siempre tiene ganas, ya que lo tiene bien fácil, eyaculando ya está todo. En cambio la mujer tiene entre otros el deseo espontáneo, el menos frecuente al menos en mi cultura, el deseo de sentirse deseada por sí misma, no solo por su cuerpo, el deseo de tocar a su pareja o ser tocada sin que esto lleve a más y el deseo reactivo, que es ese en el que parece que no tiene deseo, pero si su pareja la llega a excitar se le disparará el deseo de continuar.
Como veis con estas diferencias de deseos no es fácil que coincidamos y por otro lado es muy fácil que el hombre llegue a «cansar» a su pareja pues lo suyo es muy de aquí y ahora o de mañana toca, pero a ella se le han de reunir algunas condiciones. Cuando a una mujer le apetece acariciar a su pareja sin llegar a nada más a él se le despierta el deseo finalista y acaban teniendo una relación que para ella será forzada, con lo que en poco tiempo ella deja de dar esas señales de deseo de intimidad. Esto es quizá lo más frecuente que encuentro en esas parejas que ambos comentan: “al principio teníamos muchas relaciones pero con el tiempo hemos perdido el interés”.
Y si a estas diferencias de deseo le sumamos lo difícil que se ha puesto la vida en cuanto a estrés por los trabajos, el poco tiempo que tenemos por esto y la cantidad de entretenimientos que nos ha traído la tecnología de la información, no se hace muy complejo explicar que cada vez nos cueste más encontrar un momento para las relaciones.
Y es que comerse un plato de jamón mientras ves una peli o después de un día de rutinas laborales o familiares no tiene nada que ver con el placer de dedicarse un rato de ocio, calma y tranquilidad para disfrutar de ese mismo plato sin distracciones o comérselo porque mi amigo/a me dice que se lo come todos los días. Para eso no hace falta un jamón 5J, con un sandwich de jamón de york me basta.
La falta de sincronía la mayoría de las veces solo necesita de una buena comunicación entre ambos miembros de la pareja y de que se preocupen de buscar ese rato de ocio y calma y si surge algo de sexo pues mejor. Muchos pretenden llegar cansados de trabajar, de lidiar con las familias y después de ver un rato de TV o de Internet ponerse a buscar un “desahogo sexual” y que encima salga bien.
El sexo requiere de calma y disfrute, no le van bien las prisas y las rutinas horarias.
Y si la comunicación falla quizá sea el momento de acudir a una terapia. Cuando vienen a mi consulta con este problema lo suelen hacer al cabo de varios años de desapego y desencuentros, de muchísimos enfados y exigencias, reproches, insultos, engaños, etc… No tardes tanto, todo ese tiempo es tiempo perdido y que a su vez complica muchísimo la recuperación de la pareja
Si tiene dudas y deseas preguntarme por tu situación escríbeme desde el contacto de mi web
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