Disfunciones sexuales femeninas por estrés
Casi todas las personas cuando nos hablan de estrés nos imaginamos al ejecutivo de alguna gran empresa nervioso a punto de un infarto, es la imagen más explotada en las fotos y hoy una foto vale mucho más que 140 caracteres. Esta idea es un gran error de concepto y producto del gran desconocimiento que la mayoría tenemos, a este desconocimiento han contribuido en gran manera las ciencias pues la medicina la ha considerado un problema psicológico y los psicólogos han olvidado reconocer y por tanto tratar, su lado de respuesta física a múltiples causas y con muchos síntomas distintos.
No siempre estresan situaciones muy intensas, a veces nos estresamos ante una visita al médico, ante la firma de un contrato laboral o ante la pérdida de un trabajo que nos hacía la vida imposible, pero nos daba de comer. No todo el mundo se estresa de igual forma ante la misma circunstancia, hay quien tiene más resistencia y hay quien menos. Pero el resultado siempre es casi el mismo: estrés (los mecanismos físicos que se modifican por este estrés los podéis leer aquí
Pero cuando pasamos una de estas situaciones que nos estresan se nos queda una respuesta en el organismo que puede durar más o menos tiempo: Ansiedad. Esta, de permanecer el estrés excesivo tiempo, puede llegar a un cuadro que cada vez veo más en mi consulta la Ansiedad Generalizada, son personas que sufren muchos problemas de miedos, fobias, hipocondrías, dolores musculares, sudoraciones permanentes o como el caso de las pacientes que me consultan, disfunciones sexuales de todo tipo: pérdidas o bloqueos del deseo, anorgasmia, vaginismos, dolor durante la penetración (dispareunias) y algunas más.
El mecanismo fisiológico es muy sencillo. La ansiedad activa al Sistema Simpático que genera una activación de la Noradrenalina y esta produce una contracción de la musculatura lisa tanto de la vagina como del clítoris. Esto hace que la persona que antes al excitarse lubricaba con facilidad ahora tenga menos o ninguna lubricación, le cuesta excitarse porque el clítoris no se inflama o erecta y la vagina no se ensancha o dilata. Esto hace que, como me molesta la penetración o me cuesta excitarme, pierda el deseo de repetir esa experiencia, me cueste muchísimo llegar a tener un orgasmo o me duela enormemente cualquier intento de tocamiento o penetración de los genitales.
Fijaros que hablábamos del estrés y cualquier causa que lo provoque o que este dure bastante tiempo, así oposiciones, embarazos, el nacimiento de hijos, trabajos intensos, horarios laborales nocturnos, dificultades graves con la pareja o enfermedades familiares dónde ella asume un papel de cuidadora, etc…. Todas situaciones que pueden generar estrés y dificultades.
Si estás en alguna de estas circunstancias y percibes desde molestias generales que te dificultan tu vida o algún problema sexual no te lo pienses más. Acude a un profesional, la medicina psicosomática y la sexología pueden resolver tu problema. Más información en www.pedrovillegas.es
Stephanie dice
Hola Dr, pues mi duda es que yo sufro bastante de ansiedad y en este mes he pasado todos los días con el pensamiento recurrente del miedo a un embarazo que ya usted a dejado en claro en otros artículos que es imposible, mi pregunta es puede este estrés generarme dolor en las mamas e incluso que se me de como coágulos en pequeñas cantidades? Le agradezco mucho su respuesta
Pedro Villegas Suárez dice
Si el estrés lo puede producir, pero un estrés intenso. Yo que tu acudiría al médico, hay que revisar y tratar de diagnosticar qué es. No te autodiagnostiques tu sola.