Artículo escrito por la Dra. Ana Belen Romero, Médica y Sexóloga
La Hipersexualidad o adicción al sexo es una disfunción de la que últimamente se está tomando conciencia, de la que aún no se conoce toda la realidad, pero lo que sí parece claro es que está experimentando un aumento, o al menos se habla más de ello.
Entendemos que estamos ante un estado de hipersexualidad o adicción sexual cuando las conductas sexuales ya sean parafílicas o no, se realizan de forma compulsiva, el individuo genera una gran carga de culpabilidad posterior, y estado de ansiedad, provocando así mismo un deterioro en la vida laboral, personal y económica. Esas prácticas sexuales pueden poner en peligro a la persona, (gran promiscuidad sin uso de medidas preventivas para embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, o practicas parafílicas de riesgo (asfixia en las relaciones sexuales, practicas sadomasoquistas sin control, uso conjunto de algunas drogas, etc.)
La adicción al sexo, al igual que otras adicciones, tienen su base psicológica en que inicialmente estas prácticas sexuales, ya sea la masturbación, el cibersexo, pornografía, contactos esporádicos con personas desconocidas, o cualquiera de ellas que se realice de forma compulsiva, se iniciaron para aliviar una situación de ansiedad o gran carga de estrés como mecanismo de autogratificación y provocan finalmente una merma en la calidad de la sexualidad.
Este es un mecanismo engañoso, pues con el tiempo la práctica de estas actividades que inicialmente tenían una función de calmar la ansiedad se vuelven ellas mismas ansiogénicas, es decir , no pueden dejar de realizarse y si esto no sucede, aparece ansiedad y deseo compulsivo . Posteriormente se inicia una espiral de ansiedad-culpabilidad-deterioro de la calidad en las relaciones sexuales.
Finalmente repercute tanto en la vida personal y laboral que la persona ya no es capaz de sentir un estado de ausencia de angustia y ansiedad. Estas conductas estereotipadas, interfieren severamente en la vida cotidiana de la persona.
El sexo practicado por personas con adicción al sexo, suele ser poco satisfactorio, rápido, cuya única intencionalidad es calmar la ansiedad que genera el deseo de satisfacer de forma rápida de ese impulso compulsivo, desprovistas de toda afectividad y búsqueda del placer, pues su objetivo es calmar el malestar.
En este contexto, el cibersexo, ha complicado mucho más las cosas, pues el fácil acceso y rápida respuesta a un deseo, hace que cada vez más se pueda caer en un uso compulsivo de este servicio. No perdamos de vista, que en la adicción al sexo, no se busca más que calmar un disconfort y no realmente la búsqueda del bienestar.
¿Cómo reconocer la adicción al sexo?,
A continuación damos unas sencillas claves que pueden indicar cuando buscar ayuda especializada:
- Las prácticas sexuales son compulsivas, reiterativas, y ocupan un importante espacio de tiempo en la vida de las personas afectada.
- La persona siente un gran malestar y sufrimiento. Gran culpabilidad y vergüenza, junto con baja autoestima, y estados de ansiedad o de síndrome de abstinencia (tristeza, angustia, nerviosismo, falta de concentración,..)
- Afectación de la vida laboral (pérdida de empleo), de la vida personal íntima (pérdida o ruptura con la pareja).
- Preferencia por este tipo de prácticas sexuales a otro tipo de relación sexual.
- Pérdida del valor de salud, por realizar prácticas sexuales que pueden poner en riesgo la vida de la personas.
Si consideras que estás en esta situación o te preocupa la posibilidad de estarlo, no lo dudes y consúltanos a través de Sexologíadoctor.
Deja una respuesta