Las molestias y los síntomas que se perciben durante la menopausia, antes y después de ella, dependen de muchos factores que no son solo los orgánicos. Durante mucho tiempo se ha considerado a esta como una enfermedad, aún hoy día hay pocos médicos que así la consideran. Y no lo es, realmente es una más de las muchas evoluciones que sufre nuestro cuerpo con la edad y únicamente es el fin de la época reproductiva de la mujer. Solo los cambios hormonales que esto conlleva pueden dar algunos síntomas o molestias.
Evidentemente, como en otras muchas facetas de la fisiología humana la persona que se cuida mental y físicamente tendrá menos problemas que la que no lo hace y según el Prof. Million las personas que sepan adaptare a los cambios y acepten la evolución lógica de sus cuerpos mantendrán un estado de salud mucho mejor que aquellos/as que no quieran aceptar la evolución de la naturaleza.
Entre otros factores, dependemos de:
- La tradición cultural a la que pertenecemos, a esto hay que añadir la clarísima influencia de los medios de “des/información” actuales.
- La estructura social en la que vivimos, esta nos genera expectativas que muchas veces no se cumplen por imposibles, irreales o fantaseadas en exceso.
- Las ideas que tengamos respecto a lo que es cada cosa que vivimos
- El propio sexo, el imaginado, el vivido o el “sufrido”.
- El propio proceso vital de la persona (su socialización), como viví. Qué cosas me pasaron, cuales buenas y cuales malas, etc.
- El factor temporal: somos seres en continua evolución desde la infancia hasta la vejez hay muchísimos cambios que aceptar
- La pareja que nos toque y todo lo anterior pero de si mismo
Todos estos factores, y algunos más, influye en como sentimos, pensamos y actuamos y en como nos relacionamos con los demás y con nuestro propio cuerpo
Los cambios sexuales que sentimos al iniciar, durante y después de la menopausia son:
Interés sexual o deseo. En las mujeres mayores, el interés sexual es igual o mayor que en las jóvenes. No así en aquellas que no han sentido ese deseo nunca o no han encontrado satisfacción durante sus vidas. Y se ve alterado por factores psico-sociales como, por ejemplo, la demanda excesiva de belleza juvenil, que hace que la mujer mayor no se valore. Las ideas morales que respecto a las conductas sexuales se tengan a estas edades. La conducta del compañero va a tener una especial relevancia a estas edades, en que su deseo de erótica pasa por un mayor deseo afectivo y de encuentro. Las fantasías eróticas a esta edad cambian por la propia autopercepción y han de ser aceptadas por la persona o no facilitarán la respuesta.
Excitación. Con la edad, igual que el hombre, aumenta el tiempo necesario para la excitación. El tiempo necesario para la lubricación vaginal tras la excitación sexual es, en la joven adulta, de 15-30 segundos; en las mujeres mayores, de 1-5 minutos. Por lo que hará falta aprender a entretenerse más en juegos y expresión de afectos. Aparecen con más facilidad bloqueos durante esta fase, fundamentalmente por disminución de la excitabilidad nerviosa, la falta de ensoñaciones o fantasías sexuales y las molestias de cualquier parte del organismo que afecte al sistema sexual. Saber jugar con otras actividades que no sean la penetración es uno de los grandes cambios a plantearse.
Meseta (en realidad es la misma excitación, pero en un nivel algo más alto). En esta fase de sobreexcitación todo el sistema sexual está activado y la respuesta general del organismo se vuelve más importante, cualquier enfermedad o trastorno se perciben este momento como más molesto. La vagina reduce su límite de expansión y en ocasiones puede aparecer dolor.
En cuanto al clítoris ocurre una menor tumescencia.
Orgasmo. Suele disminuir en intensidad y duración de la sensación. Solo aparecen 4-5 contracciones en útero y vagina, en intervalos de 0.8 segundos, en algunas puede llegar a ser dolorosa. No podemos olvidar que el orgasmo no es la satisfacción sexual, esta es otra cosa más global, en la que interviene el cómo, cuándo, y de qué manera estoy.
Relajación. El tiempo para volver a la normalidad es menor en las mayores que en las jóvenes. Dicho de otra forma, se pierde la excitación más rápidamente.
Actualmente y para aquellos casos en que el dolor o las sensaciones en la vagina sean muy molestas o esté completamente seca, pierda orina por pequeños movimientos o sienta menos placer, así como en los casos de pérdida de volumen en los labios externos la clínica Ginemed y más concretamente la Dra. Monserrat Masferrer nos trae una excelente y novedosa técnica, rápida, sin efectos secundarios alguno y no dolorosa.
Podéis ver siguiente vídeo en que la Doctora nos explica el método.
https://www.youtube.com/watch?v=hSlhxY80KNk
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